¿CUAL ES EL DON DE DIOS?
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no
de vosotros, pues es don de Dios”;
“No por obras, para que nadie se gloríe”
“Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para
buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que estuviésemos en
ellas”.
Efesios
2:8-10
EXPOSICION
DE MOTIVOS
¿Qué es “el don de Dios? ¿Es la fe o es alguna otra cosa? ¿De cuáles obras esta hablando Pablo?
Cuando estudié el capitulo dos de Efesios, me llamó mucho la atención que
en los comentarios bíblicos consultados, habían interpretaciones
diferentes de los versículos 8-10, que
me llevaron a estudiar mas detalladamente este
tema. Durante el desarrollo de este trabajo contestaré las interrogantes
arriba expuestas, de la forma más
sencilla y comprensible posibles.
INTRODUCCION
¿Cuál es “EL DON DE DIOS” al que
se refieren estos versículos? Esta es una pregunta clave que debe ser
respondida con cuidado.
Hay quienes dicen que la “fe” es
el don de Dios y hay otros que dicen que la “salvación” es el don de Dios. Consideraremos ahora estas dos
maneras de interpretar este pasaje, como también una tercera opinión que se
derivan de los dos primeros. También encontramos varias teorías con respecto a
las obras, las cuales desarrollaremos
aquí para una mejor comprensión de la verdadera doctrina.
Dentro del contexto de lo que venimos estudiando la fe salvadora es
también un tema apasionante e importante
que encontramos en este texto y que expondremos en un capitulo aparte, pero
como continuación de este estudio.
También tocaremos el tema de que es la salvación y para tener una visión más amplia de
este, pondré a disposición de los
lectores del blog un trabajo publicado por la hermana Sonia R. Febus
que me parece será de gran utilidad para la mejor comprensión de lo que
significa la salvación para el hombre.
DESARROLLO DEL TEMA
Interpretación No. 1: La Fe
es el Don de Dios.
Ver 8 “Porque por gracia sois salvos por medio de la FE; y esto no
de vosotros, pues es don de
Dios”. Interpretan que esto
se refiere a la fe y por lo tanto, para ellos la Fe es el don de Dios. Si
leemos el texto basándonos en un sencillo análisis gramatical que si esto
hablara de la fe dijera esta, pero se está refiriendo a sois
salvos, por lo tanto dice esto, y solamente
estamos determinando el genero que identifica la acción principal del versículo.
El significado de la palabra esto nos
da más luz sobre este versículo: Se usa para referirse a lo dicho
anteriormente como un todo
Ejemplo real: Esto es un resumen
mínimo de la cuestión, y en el este caso
que estamos tratando; y esto no de
vosotros, pues es don de Dios
En Efesios 2:8, la fe no es el don. La fe es el
medio para recibir el don. La fe es la mano del corazón que se extiende y
recibe lo que, en Su bondad, Dios da. La
fe es la provisión de Dios al hombre como respuesta de su promesa. Fe es tomar a Dios por Su Palabra y
descansar totalmente en Jesucristo.
Por ejemplo, Juan 1:12 dice: “Mas a todos los que le recibieron,
a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”, Juan 20:31 dice: “Pero éstas
cosas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo d Dios, y
para que creyendo, tengáis vida en su nombre”. Estas dos citas
bíblicas nos aclaran que lo preponderante es la salvación y que nos es dada
después de creer, no lo contrario, quiere decir, hablando en castellano que
primero crees y después te salvas.
La Biblia dice repetidas
veces que no somos salvos por obras La Biblia también dice repetidas veces que
somos salvos o justificados por Fe (Romanos
5:1 “Justificados,
pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor
Jesucristo”). Si un hombre no es salvo por obras, sino por fe,
entonces es obvio que la fe no es una obra y que pueda realizarla el hombre.
La fe y las obras no van juntas. La fe no es una obra. La obra es algo personal por la cual nos podemos
atribuir méritos. La obra es algo por lo cual podemos recibir recompensa. Obra
es algo de lo cual nos podemos jactar. La obra es meritoria, por lo cual exige
reconocimientos. (Muchos hermanos cuando obran están siempre esperando
reconocimientos).
La fe no es meritoria. Una persona no puede “merecer reconocimientos” o “jactarse” de su fe,
porque la fe no es meritoria (no deviene recompensa u honor). La fe no es algo
de lo cual una persona pueda ufanarse. La fe no puede atribuirse méritos. La fe
da todos los méritos a Cristo. La fe reconoce que Cristo recibe todo el mérito
y alabanza y honor, porque ÉL lo hizo todo. La fe no es algo “bueno” que hace
el hombre, sino es simplemente un reconocimiento de parte del hombre de que “no
puedo salvarse por si mismo, y que por
lo tanto, necesito un Salvador”, creer en el, tener fe.
Solamente alguien que ignora totalmente el evangelio y el significado de
“la fe”, podría tratar de atribuirse méritos por su fe. El hecho de creer no
tiene mérito alguno porque tú puedes creer o no creer, es tu decisión.
Decir que la fe es una obra, es totalmente contrario a lo que el
Nuevo Testamento enseña sobre la salvación. La salvación “no es por obras” y es totalmente “sin obras” (Romanos 3:28
“Concluimos,
pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la carne” 4:6 “Como también
David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin
obras”).
Los que creen, son los que “NO OBRAN” (Romanos
4:5). ¿Qué es lo que hacen entonces? Ellos DESCANSAN simplemente en la obra acabada de Cristo, quien lo hizo todo y lo pagó
todo.
Cuando compartimos el evangelio le decimos claramente a la gente que la
salvación no es por obras y que no hay
nada que ellos pueden hacer para ganar su salvación o para ganarse el favor
de Dios. Por otra parte, no le decimos al pecador: “Amigo, la fe no es por
obras”.
El pecador es responsable de tomar a Dios por Su Palabra y descansar sobre
la EXCELENCIA
(quien ÉL es), la
OBRA (lo que
ÉL ha hecho) y la
PALABRA (lo que ÉL ha dicho) del Salvador.
Aunque la fe no es una obra meritoria, es algo que el hombre tiene que
hacer: “ (Juan 6:28-29). Entonces le dijeron: ¿Qué debemos
hacer para poner en práctica las obras de Dios? Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que CREÁIS en el que él ha enviado” Es algo que el hombre es responsable de hacer y si no lo hace, es
condenado (Juan 8:24; “Por eso os dije que moriréis en
vuestros pecados: porque sino creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis”3:18 “El que en él
cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha
creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios”).
Interpretación No. 2. La
Salvación es el Don de Dios.
Ver. 8-9 “Porque por gracia SOIS SALVOS por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
no por obras, para que nadie se gloríe”
(en este caso el antecedente del pronombre (vosotros) es identificado como “salvación”, lo cual es la idea del
verbo principal “sois salvos”).
La salvación es el don de
Dios y este don es recibido por fe personal. El don es la
salvación; y este don se recibe por fe.
Identificando el contexto
Debemos ponderar con cuidado Efesios 2:8-9 para identificar
correctamente el antecedente. Debemos preguntar, (Método inductivo) “¿De qué
está hablando Pablo en Efesios 2:8-9? ¿Cuál es su punto principal?” Es obvio
que Pablo está hablando de CÓMO UNA PERSONA
ES SALVA. La idea principal de la frase se encuentra en el verbo
“SOIS SALVOS”. ¿Cómo es salva una persona? Todo lo que hemos estudiado hasta
ahora nos indica que se salva al creer o creyendo.
Efesios 2:8-9 es
clave para responder esta pregunta: La salvación
es por gracia.
La salvación es mediante la fe. La salvación no es de
vosotros.
La salvación es
el DON DE DIOS. La salvación no es por obras.
Pablo no está
dando una disertación sobre la fe, sino está dando una breve disertación sobre
la salvación.
Su tema principal es la SALVACIÓN.
La fe es mencionada porque no puedes responder la
pregunta “¿CÓMO SE SALVA UNA PERSONA?” sin mencionar la fe.
Una
persona es salva por creer en el Señor Jesucristo (Hechos 16:31 “Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa”)
El don de Dios de la salvación tiene que ser recibido personalmente y es
recibido por fe en el Señor Jesucristo.
Efesios 2:8-9 no es complicado. Siempre aprendí en mi iglesia desde que
estaba recibiendo el discipulado que significaba que la salvación era el don
gratuito de Dios, y que la fe era el medio por el cual yo recibía ese don. Solo
cuando empecé a leer comentarios bíblicos como ayuda en mis estudios de la
Biblia, fue que me di cuenta que había otra interpretación.
Interpretación No. 3
Hay una tercera postura que dice que todo el proceso de salvación (incluyendo la fe) es el don de Dios: De
modo que, según esta opinión, no solo la salvación, sino también la recepción
de la salvación (“fe”), serían el don de Dios. (Esta es la interpretación de
Juan Calvino)
Este punto de vista unifica el don con la recepción del don. Esto
conduce a un problema obvio. Pongámonos en el lugar del pecador. En lugar
de preguntar, “¿Qué debo hacer para ser salvo?”, debo preguntar “¿Qué debo
hacer para creer?” Si la fe es el don de Dios, ¿cómo obtengo este don? ¿Debo
orar a Dios pidiendo el don de la fe? ¿O me siento y hago nada, con la
esperanza de que sea uno de los escogidos a quienes será dado este don? ¿Cómo
obtengo el don de la fe salvadora? Esto es muy confuso y nos impide poner
nuestra mirada donde debemos ponerla, esto es en Jesucristo y ÉL crucificado.
Juan 16:5-8.
CONCLUSION: versículos 8-9
Que Dios nos de sabiduría para no complicar ni corromper el mensaje de
salvación, un mensaje claro, directo y sencillo, que todo aquel que lo lea o
escuche lo pueda entender.
La Biblia se explica a sí misma. No necesitamos depender únicamente
de Efesios 2:8 para descubrir qué es el don de Dios. Hay muchos otros pasajes
en el Nuevo Testamento que nos dicen claramente cuál es el don de Dios. ¿Cómo
se usa la expresión “don de Dios” en otras partes del Nuevo Testamento por
Pablo y por otros?
Un estudio de otros lugares en que se usa la palabra “don” en el
Nuevo Testamento indica lo siguiente:
Un don, en presente (sustantivo neutro)
Esta palabra se usa en referencia al “don de Dios” una sola vez, y se encuentra en el pasaje que estamos
considerando (Efesios 2:8). Sin embargo, hay otras palabras griegas
relacionadas que se han traducido como “don” y son las siguientes:
Un don (sustantivo femenino)
Juan
4:10—el don de Dios es vida eterna (comparar v.14) Hechos 2:38; 8:20, 10:45, 11:17—el don de Dios es el Espíritu Santo. Romanos 5:15,17—estos versículos hablan del don de la justicia
(justificación) y vida (comparar versículos 18, 21). 2 Corintios 9:15—este versículo habla del don inefable de Dios, que es Jesucristo.
Un don, en presente (sustantivo neutro)
Esta palabra nunca se
usa para la FE, sino se usa para el don de Dios de la salvación o justificación
(ver Romanos 5:16).
Un don dado gratuita y benignamente
(sustantivo neutro)
Romanos 6:23—el don de Dios
es vida eterna (comparar Romanos 5:15-16).
Esta palabra nunca se usa para FE (excepto en 1 Corintios 12:9, que habla
del don transitorio del don de fe que obra milagros, pero no de la fe que
salva).
Por lo tanto, en ningún otro lugar del Nuevo Testamento la palabra
“DON” se refiere a la fe que salva, aunque reconocemos que si no fuera por la
misericordia de Dios y Su benevolente capacitación e iluminación, no podría
ejercitarse la fe salvadora (Juan 6:44, 65; Romanos 9:16, Mateo 11:27;
16:16-17; Hechos 16:14; etc.).
Hemos visto entonces que en el Nuevo Testamento hay muchos pasajes
que hablan de la SALVACIÓN (o
justificación o vida eterna) como siendo el don de Dios, especialmente en los
escritos de Pablo.
En vista de esto, es más seguro identificar “el don de Dios” en Efesios 2:8
con la SALVACIÓN, a menos que hubiera algunas razones obvias para hacer otra
cosa.
Si Efesios 2:8 se refiriera a que la
fe es el don de Dios, este sería el único lugar en el Nuevo Testamento en el
que Pablo dijera algo así.
Puesto que el pronombre está en género neutro (que no está de acuerdo
con el género femenino de la palabra “fe”) y puesto que el Nuevo Testamento, en
otras partes, dice que la salvación es el don de Dios, tenemos buenas razones
para concluir que, en Efesios 2:8, el don de Dios es la salvación.
“No por obras” – el
Uso en el Nuevo Testamento
“No por obras, para
que nadie se gloríe” (Efesios 2:9). ¿Qué cosa no es
por obras? ¿Pablo está diciendo que la fe no es por obras o está diciendo que
la salvación no es por obras? Nuevamente es útil hacer un estudio del empleo
que Pablo hace en el Nuevo Testamento:
3ª. INTERROGANTE.
¿De cuales obras esta hablando
Pablo? Efesios 2:10 (A. )“Porque somos hechura suya, (B.) creados en Cristo Jesús para
buenas obras, (C.) las cuales Dios preparó de antemano (D.) para que
estuviésemos en ellas”.
A. “Somos hechura
de Dios”
El
apóstol Pablo usa la palabra “hechura” para describir al cristiano salvado por
la gracia. Esa palabra viene de la palabra griega poiema, que significa
(pensado) “que ha sido el trabajo de” o el trabajo “poético,” o el poema “a.”
somos poemas “para Dios.” somos su artesanía.
Nuestra salvación es continua y permanente en sus
resultados porque esto es la hechura de Dios. En los versos 8-10 Pablo amplía
la idea del verso cinco. “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y
esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9 no por obras, para que
nadie se gloríe. 10 Porque
somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios
preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.”
Dios nos vuelve a crear de nuevo en Cristo. No
crecemos como criaturas espirituales que responda a Dios santo y honrado. Somos
personas rescatadas. Moralmente el hombre es depravado. Espiritualmente él está
perdido.
Por el contraste somos la hechura Dios. Esto es Su
trabajo, no el nuestro. En Su gracia incomparable Él primero nos enseñó nuestra
necesidad de un Salvador, la convicción traída de nuestro pecado, y los
primeros deseos de una nueva vida. El aliento más débil de vida espiritual que
alguna vez fue respirada por cualquiera de nosotros, vino del Espíritu de Dios.
Somos Su hechura por Su gracia.
Nuestra salvación es el acto del Dios creativo.
Nuestra santificación progresiva, por la cual crecemos en la semejanza de
Cristo, es también el trabajo del Espíritu Santo.
B. “Somos creados en Cristo Jesús para buenas obras”
La hechura de Dios es para “presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre” (Col 1:28). Nuestra nueva vida en Cristo
es una nueva creación. “De modo que si alguno está en Cristo, nueva
criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, todas son hechas nuevas “(2 Corintios
5:17).
Nuestra unión vital con Cristo es la fuente de esta
nueva vida. “El estado natural del hombre es uno de condenación y de muerte
espiritual. ” Esta unión vital es recalcado en la traducción que hace
Goodspeed: “creando en nosotros una unión con Cristo Jesús para una vida
de calidad. ” Carlos Williams traduce: “El nos ha creado en nuestra unión
con Cristo Jesús para ser hechos a hacer el bien.”
“Cristo en vosotros” la esperanza de “gloria” (Col 1:27).
El producto final es una persona “completa en Cristo.” “Amados, ahora somos hijos de
Dios, y no se ha manifestado lo que hemos de ser; Pero sabemos que cuando Él se
manifieste, seremos semejantes a Él, porque le veremos tal como es Él” (1 Juan 3:2). ¿Cómo lo hace Dios? “Y todo aquel que tiene esta
esperanza en El, se purifica a sí mismo, así como Él es “puro” (v. 3). Esta es
la esperanza del creyente.”
C. Las cuales
preparo de antemano XXX
La
expresión “antes ordenó” o “preparó de
antemano” es la clase de los trabajos que Dios ha preparado de antemano que
nosotros deberíamos andar en ellos.
La Biblia es explícitamente clara en que Dios no salva
a los pecadores “por obras, para que
nadie se gloríe.” El mayor engaño de
todas las generaciones y razas es mantener un engañoso pensamiento de que su
vida está bastante bien, que no le hace mal a nadie, que no es un borracho, que
respeta a su mujer y a sus hijos como para merecer una recompensa y tener una buena relación con nuestro Dios santo y
justo y que eso es todo lo que necesita
para obtener la salvación.
El apóstol Pablo rechazó la idea misma de las obras
como una base de nuestra justificación y luego en un lenguaje claro,
fuertemente declara que Dios nos ha creado con el objetivo de hacer buenas
obras. La persona salvada producirá en
su vida “obras, que Dios dispuso por
adelantado para que nosotros hiciéramos.”
Una persona es
justificada cuando él confía en la justicia perfecta de Jesucristo más bien que
de su propia justicia. Si una persona
sigue adhiriéndose a las buenas obras en cualquier grado para su salvación él
no será justificado. Dios ha proveído a la gracia como el único medio de
salvación “. Por la fe” solamente.
La fe viene como
resultado de la regeneración del Espíritu Santo – Él acelera nuestros corazones
para poder creer. Aparte de este nuevo nacimiento, no puede haber una fe
verdadera. Por tanto, la fe, aunque se manifieste en acción, viene como
resultado de la obra de Dios en nosotros. Dios nos concede la fe y esa fe es
evidente a través de nuestras buenas obras que “Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios
2:10).
D.
Para que
anduviésemos en ellas.
Esto es el final principal del hombre. Él nos creó y
nos salvó para glorificar a Dios y disfrutar de Él siempre. Adán fue creado
para la gloria de Dios, pero él fracasó desobedeciendo a Dios.
El apóstol Pablo dice: “Somos Su hechura, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las
cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.”
Esto debe ser el modo que el creyente conduce su
comportamiento. “andar” es una
acción viva. Nosotros habitualmente deberíamos hacer buenas obras como un modo
de vivir debido a nuestra nueva vida interior.
La preposición “para”
indica el objetivo de esta nueva creación. Él no nos salva para hacernos
cómodos y feliz. Fuimos creados en Cristo para el objetivo de traerle honra y
gloria. Él nos ha dado un jardín para cultivar y Él espera que nosotros
produzcamos la fruta para Su gloria.
Nuestras
buenas obras son el sujeto de la ordenanza de Dios.
“Si las buenas obras son ordenados, así como la
salvación de la cual ellas son pruebas entonces el asunto entero es de ordenamiento
divino, y no hay ningún espacio abandonado, o de imputar la salvación a
trabajos humanos...
Buenas obras no son la causa de la salvación, ya que
ellas son el resultado, y fueron contempladas por consiguiente por Dios cuando
Él nos salvó. ” Hemos sido creados de nuevo “para hacer buenas obras, que Dios
ha preparado de antemano.”
Esto era el objetivo eterno de Dios que “nosotros deberíamos andar en ellas.”
Por lo tanto, nuestra salvación no puede ser una cosa de mérito humano porque
somos hechura de Dios. Incluso las buenas obras son el resultado del trabajo de
Dios por gracia en nosotros.
Además, usted
no puede ser más específico que Pablo cuando él dice que nuestra salvación no
es “como consecuencia de obras, para que
nadie se gloríe “(Ef. 2:9). Cada persona que ha sido salva y traído a una
unión vital con Cristo es hechura de Dios. Usted es la obra manual de Dios. La
salvación es completamente obra de Dios. Pablo acentúa esto colocando el
pronombre para “Dios” al principio de la oración.
Buenas obras por amor
Jesús dijo, “si
me aman guardarán Mis mandamientos” (Jn. 13:33-35). Estas buenas obras son
hechas por un amor puro por Dios y el respeto desinteresado para otros. No se
hacen por una demostración pública de nuestro propio ego. Es lo que los
Fariseos le decían a Jesús. Nuestro trabajo está bien solamente cuando tiene
como objetivo traer el honor y la gloria a Dios. Cuando lo amamos con todo
nuestro corazón esto purifica nuestros motivos, y El lo bendecirá.
Buenas obras por
fe
Cuando Dios ha preparado nuestros corazones Él nos
invita a abrirnos a El y juntarnos a lo que Él hace. Esta invitación
siempre nos impulsa hacerlo en la fe y
confianza en Él.
¿Reclamamos las promesas y el poder de Dios con la
expectativa que Él los realizará? Los trabajos de fe son buenas obras cuando
son hechos en la confianza en Dios. “Sin
fe es imposible agradar a Dios.”
Su carácter debe estar libre del amor al dinero, que
sea el contenido con lo que usted tiene; ya que Él mismo ha dicho: “YO nunca Te abandonare” de modo que nosotros con seguridad digamos, “EL SEÑOR es mi ayudante, no tendré miedo.”
Buenas obras en nuestra vida diaria
Carlos Spurgeon dijo: “Debemos producir buenas obras,
en nuestra casa, en nuestra tienda, en nuestro taller, en nuestros viajes al
extranjero, en nuestro lecho de enfermo; por todas partes debemos estar llenos
de buenas obras para la gloria de Dios. Todo nuestro vivir debería ser buenas
obras, y podemos hacerlas así santificándolas con la Palabra de Dios y oración,
según aquel precepto, “Cualquier cosa
que ustedes coman o beban, o independientemente de lo que ustedes hagan,
háganlo todo en el nombre del Señor Jesús”.
Las obras de gracia en nuestros corazones deberían
producir en nuestras vidas un paseo de fe en la obediencia a Sus órdenes. Este
es el objetivo de Dios que “nosotros
deberíamos andar en ellas.” Ellas deberían ser nuestro hábito diario.
Con el corazón totalmente renovado por el Espíritu
Santo mostraremos buenas obras. Qué bendición sería si nosotros fuéramos obedientes
y fieles a Dios entonces Él podría decirnos: “Bien has hecho, siervo fiel.”
Una verdadera fe
salvadora incluye el arrepentimiento del pecado y una confianza completa en la
obra de Cristo para salvar del pecado y para justificar a las personas.
CONCLUSION
Así como la creación original del cielo y la tierra,
nuestra nueva vida realmente es creada de la nada. Lo que está bien
claro dentro de nosotros es un nuevo nacimiento, un principio divino, una
semilla viva, un espíritu que surge, hecho de nuevo en Cristo por el Espíritu
Santo. Esto es una nueva creación. Somos nuevas criaturas en Cristo Jesús.
Cuando nosotros no éramos nada, Dios en la grandeza de Su gracia y piedad, nos
creó en Cristo Jesús. ” (Ef. 2:15; 4:24; 2 Cor. 5:17; Gal. 6:15; Col 3:10).
Esperando en el Señor que este estudio les ayude a
permanecer firmes
La verdadera fe salvadora escucha, cree, y responde
activamente.
COMENTARIOS BIBLICOS CONSULTADOS.
Matthew Henry.
Comentarios:
Iglesia Bíblica Emanuel
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Nota:
Este material ha sido revisado y se
editó tomando en cuenta su interpretación original para no cambiar el propósito
para el cual fue creado y pudiera servir de soporte en este estudio para que
estuviere de acuerdo con la Declaración de Verdades Fundamentales de la CCIM.
Maestro Euclides Vargas Johnson.
Churchil15@hotmail.com