viernes, 1 de mayo de 2015

PENSANDO BIEN PENSANDO MAL

                     
Filipenses 2:13
CHARLA CON LOS MINISTERIOS DE MISIONES Y EVANGELISMO

Base Bíblica: Fil. 2:13 “porque Dios es el que en vosotros produce así  el querer como el hacer, por su buena voluntad”.

 Introducción: El apóstol Pablo reconoce la obediencia de los hermanos de Filipo aun sin su presencia y sin negar la libertad humana, para hacer las cosas a su manera, destaca la participación de Dios tanto en su decisión inicial de salvación (el querer) como en sus posteriores acciones (el hacer).

Dios obra en nosotros
Dios obra por medio de nosotros
Dios no obra aparte de nosotros

Dios le dio a la iglesia  autoridad y una  comisión: Mateo 18:18-20:  “Y Jesús se  acerco y  les hablo diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra”   “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo  y del Espíritu Santo”;  “ Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amen”.
El plan de Dios es operar por medio de nosotros, vean que Jesús dice “ID y HACED, y nos recuerda que estará con nosotros, no que estará por nosotros.
El Espíritu Santo nos ayuda, el Espíritu Santo no hace el trabajo. Tenemos la tendencia de dejarle la responsabilidad de nuestra obligación al Espíritu Santo.
Este es un pensamiento en el cual hemos errado (pensando mal). Si tu no vas el Espíritu Santo tampoco va, si tu no te mueves el Espíritu Santo tampoco lo hace.
Cuando oramos le pedimos al Espíritu Santo que haga cosas, está bien pero no es así realmente, y les explicaré porque.
En Juan 14: 16 Versión Reina Valera   se lee a Jesús “Y yo rogare al Padre, y os dará otro consolador, para que este con vosotros para siempre”. Y en  la traducción de la Versión Revisada Americana dice: “Yo no os dejaré sin ayuda, vendré a vosotros, os enviaré otro ayudador”

Otro, Allos significa alguien que esta junto a uno, otro de la misma clase. La palabra alude a similitudes, pero también pone de manifiesto diversidad de funciones y ministerios. El uso que Jesús hace de allos para referirse a otro consolador equivale a “uno junto a mi, además de mi y en adición a mi, que en mi ausencia hará lo que yo haría si no estuviera físicamente con ustedes”. La venida del Espíritu Santo asegura lo que Jesús hizo y enseñó.
Paracleto: Termino que en griego tenia el significado de estar al lado de otro, la idea incluye un propósito de ayuda y defensa, se traduce como consolador en el evangelio de Juan refiriéndose al Espíritu Santo.
Podemos ver sin temor a equivocarnos que Dios no nos envió al Espíritu Santo para hacer el trabajo, Dios nos envió al Espíritu Santo para ayudarnos a hacer el trabajo
Cualquier pensamiento diferente es equivocado, Dios lo hace por medio de su Espíritu a través  de nosotros, si no accionamos no se hace ya que Dios espera que tu lo hagas, El Espíritu Santo está para ayudarte, El no lo hará solo,  si así fuera, ni tendríamos la necesidad de enviar misioneros a ninguna parte, enviaríamos al Espíritu Santo al África, a la India, a Sur América ¿por que gastar tiempo,  dinero y esfuerzo capacitando misioneros?
El Espíritu Santo trabajará por medio de nosotros y no se apartará de nosotros.
Ese es el fundamento de la gran comisión. El Espíritu Santo no va a convertir a nadie y esta bendición  llegara cuando alguien le predique la Palabra. Si no oye la Palabra no será convencido, convertido y salvo.
Leamos a Romanos 10:13-15   “Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.  “¿Como, pues, invocaran a aquel en el cual no han creído? ¿Y como creerán en aquel de en quien no han oído?  ¿Y como oirán sin haber quien les predique?  ““¿Y como predicaran si no fueren enviados?  Como está escrito: ¡Cuan hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!
La biblia nos dice que Dios dispuso que los hombres fueran salvos por medio de la predicación de la Palabra. El día de Pentecostés muchos hablaron en lenguas, paro nadie salvó a nadie, solo se convirtieron cuando Pedro comenzó a predicarles la Palabra.
Tienes que tener un pensamiento correcto y  actuar, el pecador no será salvo hasta que no oiga la Palabra, ¿serás tu quien les predique o quien lo hará por ti?
Maestro Euclides Vargas Johnson