LAS RELACIONES INTERPERSONALES
Colosenses 3:17 y 23
¿QUE HARIA JESUS?
Objetivo
General:
Llevar nuestras relaciones interpersonales al plano
Bíblico-Cristiano.
Objetivo
Especifico:
Aprender a manejar situaciones de relaciones
interpersonales desde la óptica y praxis de Jesús.
Desarrollar criterios de respeto con nuestros
interlocutores.
Contenido.
Io. Introducción.
2º. Respeto basado en el valor: Creación y redención.
3º. Testimonio del pastor Jhon Stott.
4º. “En nombre del Señor. . . . como trabajando para
el Señor”.
5º. “Como para el Señor. . . . y no para los hombres”
6º. Respeto al escuchar y tomar decisiones.
7º. Conclusión.
8º. Bibliografía
1º. Introducción:
Uno de los mas grandes problemas del liderazgo
cristiano es el de las relaciones o como tratar a las personas con respeto.
Es difícil
hacer el énfasis suficiente sobre la importancia de las relaciones personales.
La vida sobre la tierra se fundamenta sobre las
relaciones y generalmente hay una red compleja de ellas.
“Porque ninguno de vosotros vive para si, y
ninguno muere para si” Rom. 14:7 y otro autor dice “Ningún hombre es una
isla”. (John
Donne (1572-1631), poeta, prosista y clérigo inglés).
Están la familia y los amigos, nuestros colegas, las
personas a quienes servimos, las maravillosas personas que nos sirven y todos
ellos tienen derecho a nosotros, por lo tanto es verdaderamente importante que
aprendamos a cultivar buenas relaciones.
No se si conocen la historia del misionero recluta a
quien al preguntarle como se sentía respondió que muy bien, pero solamente
tenia dos problemas; el primero era que no podía soportar a sus colegas
misioneros, y el segundo era que no podía llevarse bien con los cristianos
nacionales, pero por lo demás estaba muy bien.
2º. Respeto basado en el valor: Creación y redención.
La base de una buena relación es el respeto y que este
se base en el valor, sin embargo, necesitamos tener un entendimiento cristiano
del valor.
El valor de las personas no se mide por su profesión o
por su ingreso económico, o por su buena apariencia o por su agradable
personalidad o por el tamaño de su casa o por la marca de su vehículo o por su
status social.
El valor humano es intrínseco: Vales por lo que eres
(creación), no por lo que tienes o representas (mundo), y aquí está otra
diferencia básica entre la mentalidad cristiana y la mentalidad secular.
Hay muchos humanistas seculares que están dedicados al
servicio de la humanidad y muchas veces su compasión nos pone en ridículo.
Mas sin embargo si les preguntas por que quieren
servir al ser humano generalmente no saben que responder, no hay base cristiana
para cuidar de las personas discapacitadas, indigentes, drogadictos o personas
seniles.
Si el criterio
es el potencial evolutivo lo mas lógico seria abandonarlas a su suerte pero los
humanistas seculares no llegan a esta conclusión porque su corazón es mejor que
su mente y su filantropía es mejor que su filosofía.
Pero los cristianos tienen mejores bases para servir a
los seres humanos, no por lo que vayan a ser en el futuro, sino por lo que ya
son, la creación es el primer origen del valor humano y el segundo es la
redención.
Un texto bíblico que será de gran ayuda en tus
relaciones con las personas es Hechos 20:28 que esta en medio del famoso
discurso que Pablo dio en Mileto a los ancianos de la iglesia de Éfeso “Por
tanto mirad por vosotros y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha
puesto por obispos para apacentar la iglesia de Señor, la que él gano con su
propia sangre.
¿Notaron la referencia a la Trinidad en este
versículo?, por que la trinidad es la base del cuidado pastoral de los pastores
a la Iglesia de Dios.
Los manuscritos difieren, algunos dicen “de Dios” otros dicen “del
Señor”, pero la forma correcta es la de “Iglesia de Dios, la cual él ganó con
su sangre”. Algunas traducciones dicen “Por la sangre suya”, ese tiene que ser
el Hijo.
En cualquier
caso es una referencia a la sangre misma, de manera que la Iglesia de Dios fue
ganada por la sangre de Cristo.
Pero es el Espíritu Santo quien fue designado guardián
de esta Iglesia.
Es de gran ayuda saber que tanto el Padre, como el
Hijo y el Espíritu Santo están comprometidos con el bienestar de las personas.
Así que es un
privilegio el estar involucrados en su servicio, y también creo que necesitamos
recordarnos continuamente quienes son estas personas a las que estamos llamadas
a servir.
3º. Testimonio del pastor Jhon Stott
“Con un poco de recelo, quisiera compartir algo de mi
vida con los lectores. Ha habido veces que he encontrado a ciertas personas de
la iglesia en Londres un poco difíciles en el trato. Después de un servicio
dominical o alguna reunión puedo verlas de reojo formándose para hablar
conmigo.
Puedo decirles amigos que estoy tentado a ser grosero
o a decirles que se vayan o a salir corriendo. Les estoy hablando
honestamente, solo la Palabra de Dios me
ayudó a mantenerme en mi lugar y atenderlos convenientemente.
A lo mejor mis primarias intenciones me degraden de
acuerdo a los criterios de Dios y aun a los mundanos, pero ustedes son
preciosos para Dios. El nos hizo a su imagen. Cristo los ama y murió por
ustedes y es un privilegio para mi servirles `porque conozco su valor
Puedo reírme de esto, pero también es algo serio
porque cambia mi actitud hacia ellos, y en vez de encontrarlos divertidos o
fastidiosos, puedo soportarlos, amarlos y cuidar de ellos. Esta es la base de
una nueva relación en cuanto al valor humano y el mandamiento de Dios”
4º. “En nombre del Señor. . . . como trabajando para
el Señor”.
Veamos ahora un principio muy revolucionario de buenas
relaciones en Colosenses 3:17 y 23 “Y todo lo que hacéis sea de palabra o de
hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios por
medio de él” y en el 23 “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el
Señor y no para los hombres”
En ambos versículos se notan las mismas palabras como
intención principal, “Y todo lo que hagáis” como un principio de aplicación
universal y dos directrices diferentes que se complementan maravillosamente uno
al otro.
En el versículo 17 se habla de hacer cosas en el
nombre del Señor Jesús y hacer cosas en su nombre es hacerlo como su representante o su apoderado. Cuando me
comporto con una persona “en el nombre del Señor”, debo darle el respeto y la
cortesía que Jesucristo le hubiera dado, pero de acuerdo al segundo versículo
debo darle el respeto y la cortesía que a Jesucristo le hubieran dado.
Primeramente debemos comportarnos con los demás en el
nombre de Cristo ya que somos sus representantes, somos sus embajadores aquí en
la tierra. Aprendamos a considerar a las personas como El las consideró, y
aprendamos a tratar a las personas como El las trató. Honremos a las mujeres
como El las honró, amemos a los niños como El los amó, mostremos compasión a
aquellos que lo necesitan como El lo hizo y humillémonos a lavar los pies de
otros como El lo hizo. (Lucas 4:16-19).
Encontré un testimonio escrito en un libro del pastor
Charles Sheldon en la época de la gran depresión norteamericana de los años 20
y 30 de un pastor que tuvo a bien relatarle y que nos servirá de ejemplo.
“Era un sábado y el pastor estaba sentado en su
estudio preparando el sermón del domingo, cuyo texto era 1ª. de Pedro 2:21 Porque también Cristo padeció por nosotros,
dejándonos ejemplo, para que sigáis en sus pisadas.
Así que el pastor estaba preparando su sermón que
trataba sobre como seguir los pasos se Jesús, cuando de repente sonó el timbre.
El pastor soltó una grosería en voz baja, se asomó por la ventana y ahí estaba
un vago, un indigente. El pastor le dijo que estaba ocupado preparando su
sermón, cerró la ventana pero en seguida volvió a sonar el timbre. El pastor
salió a hablar con el vago quien le contó una larga historia de sufrimiento.
El pastor lo sacó rápidamente de su casa para poder
seguir preparando su sermón. Llegó el domingo y el pastor dio un sermón
brillante elocuente y emotivo, pero al terminar se oyó un gran disturbio en la
parte trasera de la iglesia. Alguien estaba acercándose por el pasillo
central y el pastor vio con horror que
era el vago. Cuando este llegó al frente, se volteó y dirigiéndose a la
congregación, les dijo: <he estado escuchando el sermón de su pastor de cómo
seguir los pasos de Jesús y en seguida empezó a explicar lo que había sucedido
el día anterior cuando estuvo en su casa>. Terminó diciendo, <cuando me
corrió no dejé de preguntarme si Jesús me habría despreciado como lo hizo su
pastor>.En ese momento se desmayó por falta de comida. El asombrado pastor
bajó del púlpito y lo llevó al vestíbulo, pero poco después murió.
Toda esta experiencia revoluciono a la congregación y
el domingo siguiente el pastor desafío a las personas con un pacto con él de
que no harían nada antes de preguntarse a si mismos ¿Qué haría Jesús?
5º. “Como para el Señor. . . . y no para los hombres”
Ahora llegamos al principio contrario que es hacer
todo para el Señor. Este es el versículo 23 que se encuentra en medio de las instrucciones
para los esclavos. “deberían ser obedientes y trabajadores concienzudos y
honestos”. ¿Por qué? Por que deberían ver mas allá de sus dueños terrenales,
deberían figar su mirada en el amo celestial y hacer las cosas para El y no
para los hombres. Al servir al Padre Celestial servirían mejor a sus amos
terrenales.
En este segundo principio se cambian los papeles, el
respeto y el honor que debemos darle a las personas no es el que Cristo les
daría, sino el que Cristo recibiría. ¿No es esto a lo que se refería Jesús
cuando habló del ministerio del amor con los que tienen hambre y sed, los
enfermos y los desnudos, los extranjeros y los prisioneros? “En cuanto lo hiciste a uno de estos mis
hermanos mas pequeños a mi me lo hiciste” (Mateo 25:35-40) Este es el
principio que debemos aplicar a todo lo que hacemos.
Es fácil y
posible limpiar un cuarto y acondicionarlo con todas las comodidades si estamos
esperando la visita de Jesucristo. Es posible preparar una buena comida como
María si Jesús fuera a comer con nosotros. Es posible servir al prójimo como si
fuera Cristo. Es posible escribir una carta como si Cristo fuera a leerla, y es
posible visitar una casa como si fuera Jesús quien viviera ahí.
Encontré esta historia que tiene mucha relación con lo
que venimos enseñando, y espero que después de leerla la contextualices con los
deberes que tienes en tu casa.
A fines del siglo pasado había un líder metodista en
Inglaterra que se llamaba Samuel Chadwick quien nos cuenta acerca de una
conversación que tuvo cuando tenía 10 años. “Era el aniversario de la escuela
dominical de su Iglesia y el pastor visitante dijo algo que le llamó la
atención, Dijo que si fuera un limpiabotas sería el mejor, porque él limpiaría
los zapatos como si los fuera a usar Jesús.
Esto tocó el corazón del niño porque su trabajo en
casa era limpiar los zapatos de su padre y para él era el peor trabajo que le
podían haber asignado.
El lunes siguiente en la mañana empezó a limpiar los
zapatos de su papá, comenzó por las botas de goma, basándose en el principio de
que es mejor hacer lo peor primero, pero cuando terminó recordó las palabras
del pastor y observó las botas que había limpiado. Se pregunto a si mismo si se
verían bien en los pies de Jesucristo.
Como respuesta a su interrogante decidió limpiarlas
por segunda vez. El sostiene que ese fue el acto mas importante que realizó en
su vida, aprendió a hacer las cosas para el Señor no para los hombres.”.
Les estoy poniendo ejemplos de cómo hacer las cosas y
la Madre Teresa de Calcuta es uno. Escrito en el lugar de trabajo de estas
hermanas cristianas está el lema de
organización de las hermanas de la Caridad y son palabras de la misma Madre
Teresa:
“Que cada hermana vea a Jesucristo en la persona del
pobre. Cuanto mas repugnante sea el trabajo o la persona, mayor debe ser su fe
y su amor al ministrarle a nuestro Señor en su angustiante disfraz”.
Para la Madre Teresa esto es una costumbre, una forma
de vida.
Una vez le dijo a un visitante “veo a Cristo en cada
persona que toco porque él ha dicho. . . .
Tuve hambre, sed, estuve desnudo, enfermo, es así de sencillo, cada vez
que doy un pedazo de pan, se lo estoy dando a El”.
El principio revolucionario del que estoy hablando es
introducir a Cristo en ambos extremos de la relación.
Por una parte nos comportamos en el nombre de Cristo
como si fuéramos Cristo, y por el otro lado nos comportamos por amor a Cristo
como si las otras personas fueran Cristo y nosotros les estuviéramos sirviendo.
6º. Respeto al escuchar y tomar decisiones.
Callar a una persona o decirle que se calle
rehusándonos a escucharla, es tratarla sin respeto, pero escuchar a alguien es
expresarle nuestro sentido de su valor, es tratarla con respeto.
La Biblia habla mucho de escuchar. “El camino del necio es derecho en su
opinión: Mas el que obedece el consejo es sabio” (Prov. 12:15) “Por esto, mis amados hermanos todo hombre
sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse” (Sant. 1:19)
Nuestras relaciones se deterioran cuando no nos
escuchamos los unos a los otros. Veamos tres puntos acerca de escuchar:
1º. Escuchar es bueno por si solo, puesto que es una
actitud de respeto.
2º. Escuchar es terapéutico, porque le da a la persona
que está hablando la oportunidad de expresar en palabras, sus problemas. Cuando
se ponen en palabras, automáticamente se aminoran.
Nuestros
problemas están en su peor momento, cuando se encuentran escondidas en los
oscuros rincones de nuestro corazón.
Pero cuando los sacamos, articulamos y observamos,
inmediatamente se hacen mas pequeños. Así que ser escuchado es terapéutico para
la persona que está expresando sus problemas.
3º. Escuchar es productivo especialmente si estamos
escuchando a personas con las que no estamos de acuerdo.
Las personas que no concuerdan entre si, generalmente
se evitan, se mantienen alejadas pensando mal uno del otro, esto se desarrolla en la mente,
pero cuando tenemos el valor de sentarnos frente a ella, verla cara a cara y escucharla,
descubrimos con sorpresa que es un ser humano, y no solamente eso, sino un
hermano de Cristo.
Un último resultado de escuchar es que se pasa a la
toma de decisiones. Esto tiene que ver con grupos mas que con individuos. Una
vez mas la mente humana y la mente secular son distintas entre si.
Nosotros los cristianos asumimos muy fácilmente que
sin mas podemos echar mano a los métodos de toma de decisiones seculares donde
gana la mayoría, pero estoy seguro que esto no agrada al Espíritu Santo.
Esta forma de tomar decisiones demuestra una falta de
confianza absoluta en el Espíritu Santo y una falta de respeto a la minoría.
El Espíritu Santo es el Espíritu de la verdad, el amor
y la armonía y aquellos de nosotros que tenemos una mente cristiana, deberíamos
buscar un acuerdo basado en sus enseñanzas.
7º. CONCLUSION
NECESITAMOS ESCUCHARNOS LOS UNOS A LOS OTROS,
RESPETARNOS LOS UNOS A LOS OTROS, Y ESPERAR QUE EL ESPIRITU SANTO NOS GUIE
HACIA UNA MENTE EN COMUN Y NOS DE SU TIEMPO PARA HACERLO.
8º. BIBLIOGRAFIA
Los Problemas del Liderazgo Cristiano. Jhon R W Stott.
Críptico (FUNDAMEL)
Biblia de Estudio PLENITUD
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